Friday

13 años de veranos incoherentes.

Jugandola de fuertes nos alejamos tantas veces como palabras tragamos por miedo a herir. El miedo no es palabra que se lleve bien conmigo, no recuerdo cuando fue que comenzó a dominarme. La vida nos presenta situaciones que nos distraen de lo que realmente queremos, nos muestra mundos maravillosos en el polo opuesto a una casa que queda exactamente a 14 cuadras. Y nos desviamos una y otra vez, como considerando pecado dar un paso hacia atrás para volver a vivir eso que creemos pasado pero acabamos necesitando. Creemos poder vivir a distancia, poder respirar prescindiendo del aire que sólo sabemos darnos una a la otra. Días tardamos en notarlo, semanas en aceptarlo, meses en decirlo. Pero finalmente todo vuelve a comenzar. 
Cuando ya no queda más nadie, cuando ya todo lo que creímos perfecto se derrumbo, cuando el orgullo nos ahogo las lágrimas y el perdón... es ahí que no existe mejor frase que "Che como que hace mucho que no nos vemos, no?" Y ahí tenemos 4 años de vuelta. En ese momento el mundo pone pausa y los arboles se callan para escucharnos reir. ¿Qué existe más lindo que sentir que hay alguien a quien no tenes que demostrarle nada, porque ya lo sabe todo? El pasado sostiene un presente inmóvil de recuerdos que nos queremos llevar al futuro, un futuro que seguramente nos va a encontrar así... en polos opuestos, compartiendo tan solo lo mucho que significa un "Te conozco... y te quiero". Y recorriendo tu casa como palma de mi mano, no por plaga, por memoria, me río, te miro y pienso que podríamos hacer para detener la vida en esa imagen y llevarte en mi billetera hasta envejecer. Y soy feliz. Aun sabiendo que al volver a abrir los ojos voy a encontrarte de nuevo al otro del monitor, en fotos, a lo lejos..  ¿lejos dije? ¡Que ironía! ¡Si no hay lugar más cercano que el propio corazón...!

No comments: