¿Feliz? día, don.

No estás acá para despertarme con un beso, no estás acá para acompañarme a improvisar un desayuno con $5,  no estás acá para dormir la siesta a la sombra de un árbol y rodar por los médanos hasta correr ente los autos, no estás acá para andar en rollers de la mano esquivando señoras mirando el mar, no estás acá para caminar por la costa al atardecer,  no estás acá para cenar en la terraza y prestarme tu abrigo cuando refresca, no estás acá para comprar chucherías en la feria, no estás acá para transgredir el "prohibido bañarse" a la madrugada... y mucho menos para decirme "feliz día". Básicamente.. no estás acá. Nunca lo has estado, y quién sabe si algún día lo estarás. Quizás si no se dio es porque no corresponde, prefiero pensar que es así antes que creer por lo que somos no merecemos más que 400 km de distancia y ni un mensaje de texto. No estás para compartir las cosas que me gustan, para arrancarme sonrisas aun en un día como hoy, donde la gente me despierta un sincero desprecio. No estás, y el hecho de que no estés me obliga a estar... sola. Conmigo. Conmigo y mi cabeza que te piensa una y otra vez. O mejor dicho, piensa si tu imagen encaja en un relato como este, si tu cuerpo se adapta a lo que mi ojos desean, y si tus palabras se acercan a lo que me gusta escuchar. No lo creo. Posiblemente estos datos sean falsos y tu día transcurra sin pensarme. Seguramente. Efectivamente. De todas formas me gustaría verte, sentirte cerca, escuchar de tus labios algún improperio que esconda cariño. Y aunque podría jurar que ese sentimiento aun no lo asociamos el uno con el otro, se que ambos necesitamos de eso, o al menos yo. Algo tan estúpido como el silencioso afecto y la seguridad de que si el camión no frena a tiempo, alguien derramaría una lágrima por mi partida.. o mejor aun, alguien notaría mi ausencia. 

Francamente dudo que exista un día como el de hoy en el que pueda ver dos sombras en vez de una, dudo y vuelvo a dudar que seas el indicado, y en caso contrario, dudo que exista alguien que realmente lo sea. Pero como dicen, un gran descubrimiento comienza con una duda.. así que allá voy, camino a descubrirlo. A descubrirte. O a des-cubrirte hasta encontrar tu alma y analizar su compatibilidad con la mía (si es que poseo una), voy camino a revelar el misterio de mis 17 catorces de febrero en soledad. 

Mientras tanto, seguiré exprimiendo san valentines soleados con planes como el de hoy, compartiendo con la naturaleza que una vez más me mantiene lejos del real, pero cerca del ideal.. imaginario.  (Y admito que me gusta más el segundo)