La perdida juventud que desconoce los MATES en una plaza, hoy se sienta frente a mi inhalando sus sustancias mientras, pura, respiro a su lado. Sabe, escucha, opina y aconseja... pero nada entiende. Nada acerca de amor propio. Nada acerca de respeto por esta mirada asustada que sin perder el cariño le dice 'No me hagas esto, sos yo, soy vos... no more'. Puede que esta cantidad de inconsciencia no haya comprendido el mundo, pero puede también que la equivocada sea yo y su droga sea la más económica -Pero nunca más gratificante-. Ya lo veremos.
Intento y vuelvo a intentar, pero no llego a creer que el 90% de mis 'Yos' no sea como yo, no piense como yo, no sienta como yo... No puedo resignarme a que para los ojos de la sociedad somos MÁS DE LO MISMO.
Charlamos un rato. Su realidad puede no ser la que dicen, puede no ser la mía, pero esa extraña sensacion de pasajera perfección la compartimos. La exitación del momento ideal y la certeza de volar por sobre las cabezas ignorantes también. Juntos miramos desde arriba y dejamos atrás, en segundos, una vida que nos vive delirando. Somos más fuertes con ella, debemos admitirlo. Todo empieza y termina sin tener noción del tiempo, tiempo que jamás se considera perdido. Entregados por completo nos limitamos a volar junto a esa que adoramos y tiene la capacidad de ocupar todos los roles ausentes sin dejar rastro alguno de su presencia.
Estamos hechos de lo mismo, cruzamos el mismo puente creyendo ir en el mismo sentido, tan solo eligiendo distintos atajos. Pero ya el hecho de elegir distinto nos hace ser diferentes, porque por ahora -y creo jurar que por siempre- elegimos distintas DROGAS. Ahí el puente es puente, y ambos lo cruzamos, pero no nos deja parados en el mismo lugar.Siendo o no 'más de lo mismo' no podemos coincidir con unos MATES en la plaza. Porque su yerba no es mi yerba, y jamás lo entenderían.