El tiempo no me da tiempo. Ese iba a ser el titulo de esta nota. Pero me parecio que seria muy redundante en cuanto al tema central, TIEMPO, asi que opté por la palabra que acompañaria a la frase. Muy sutil.
En un bache de domingo en mi rutina ya apestosa, senti deseos de volver a escribir. ¡Cuanto hacia que no tocaba un cuaderno! Cinco son los cuadernos que en verano tuvieron una proyeccion de historia feliz (y no tanto) y hoy yacen a un costado de mi cama tapados de bolsas. (Los que no sufrieron grandes perdidas de hojas para desperdiciadas en resumenes). Debo admitir que en el fondo me da algo de tristeza. No por que me considere dotada en la escritura, no, nada mas lejos que eso. Sino porque el difrute de crear sin filtros ni objeciones era tal, que con solo ocho años me llevo a escribir una 'cancion' hablando de la adaptacion del humano al mundo. Obviamente eso lo noto ahora, en esos años no eran mas que palabras que rimaban. Y ya a los once una un poco mas elaborada con frases alentadoras. (No, no lo recuerdo, estaban firmadas con fecha) ¡Mierda que era feliz! Eso de tirar palabras al aire no me hacia sentir capa, porque jamas salieron de esa carpeta, sino tranquila, calma. Me ayudaban a pasar el tiempo.
Años despues descubri que los relatos eran mas interesantes y entretenidos que las 'canciones' y creé un blog contando absolutamente todo lo que sucedia en mis vacios días. Desde que mi pie derecho tomaba contacto con el suelo (mentira, siempre caen juntos), hasta que mis ojos terminaban de cerrarse. Lástima que lo cerre cuando el inconciente me traiciono y me vine 'flogger', me hubiera gustado leerlo ahora, aver que hacia cuando tenia tiempo. Después de convencerme que la exposicion no es lo mio, encontre una cosita especial en crear historias. De forma tal que en los veranos el cuaderno y la lapicera se tranformaban en mis mejores e inseparables amigos. Hasta que, claro, el verano terminaba y los cambiaba por amigos de carne y hueso que obligada veia todos los dias y consumian mis pocos tiempos libres.
Hoy, en un intento de recuperar el cargador de mi celular, me tope con esas ternuras hechas papel, con esas hojas sueltas con letra de nena, con esos mensajes incomprensibles y con esos cuadernos a medio escribir que me trajeron ideas de solo abrirlos.
Me gustaria muchisimo poder disponer del tiempo necesario para volver a crear. Porque eso hacia, creaba. Imaginaba, soñaba, sin que nadie acote ni opine nada. Recuerdo a la perfeccion las horas que pasaba encerrada en el placard (cero claustrofobia la pendeja) buscando las palabras que den forma 'adulta' a mis iluciones hechas cancion. Y que queres que te diga? Me doy ternura. Me hubiera gustado verme, leer mis escritos, y reirme de mi misma. De la ignorancia. De la paz que me daba ese placard y de lo estúpida que quedaba.
Hoy en día el armario se derrumba de solo intentar abrirlo. Las pilas de cuadernos son tapadas por bolsas y las rimas en mi cabeza no pasan del 'correme, correte' 'respetame, respetate' diarios que reemplazan puteadas, ya sin rastros de ternura ni frases alentadoras. Y que se le va a hacer? Supongo que es la vida. Supongo que a los quince años lo comun es no pisar tu casa, escribir sin coherencia en la computadora y salir de joda el verano entero. Pero aun asi, deseo tener tiempo. Aunque no valla a usarlo para eso, pero tiempo. Mi tiempo. Querido amigo... cuanto te extraño. Y ahora que pienso... si firmbaba '../../03' tenía ocho años. Y para mi fue ayer...
Como pasa el tiempo, carajo!
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