Tener problemas significa estar viva. Pero que la desesperación por encontrarles una solución te traiga mas problemas, significa estar perdida. Lo sé. Es así, toda la vida fue así. En el momento en que alcanzas el plenisimo estado de confusión e incertidumbre total que lleva el nombre de 'desesperacion' automaticamente estas sacando un boleto a la mismísima MIERDA. No pensas, sentís, ni actuas como te gustaría. Solo reaccionas como podes ante situaciones que no te gustan, defendiendo lo que, se supone, aun es tuyo. Con uñas y dientes, porque es tuyo. Y vas a hacer lo que sea necesario para salir adelante, sin importar a que o a quienes dejes en el camino. Eso es estar desesperada. Sacar soluciones mágicas de la galera, que generalmente no son las mejores, pero te sacan del apuro y te hacen sentir mejor. Mejor, hasta que abandones ese estado de locura momentánea que te nubla la cabeza, y caigas en cuenta de todo lo que arruinaste en medio de esa desesperacion. Suele pasar. Y es una historia que se va a repetir una y otra vez, tantas veces como problemas se te presenten. Hasta que, magicamente, aprendas a concentrarte en resolverlos como una persona normal, y no los dejes en el fondo (muy fondo) de la pila de 'cosas por hacer' hasta que acaben por explotarte en la cara en el momento mas inoportuno. Porque son así, los problemas son hijos de puta, y muchas veces sus soluciones también, se esconden de tal manera que a veces se pasa la vida tratando de encontrarlas y las muy mierdas no se dejan ver.
Aprender a vivir superando todo eso cada día me parece increíble, ahí veo magia en las personas. Lo que lamento, es que nadie vea esa magia en mi.
Aprender a vivir superando todo eso cada día me parece increíble, ahí veo magia en las personas. Lo que lamento, es que nadie vea esa magia en mi.
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