Ya me cuidaste, ya me enseñaste, ya hiciste de mi lo que soy. Ya me encomendé a tus manos y no me arrepiento.
No quiero que me cuides más, quiero que me dejes cuidarte. Quiero conocer todo lo que me ocultan y ser parte de ese mundo que de verdad me necesita. Quiero aprender de una vez a estar donde tengo que estar por mucho que me duela, y darle a cada cosa su valor. Tengo que dejar de huir, tengo que enfrentar que las almas son eternas pero los cuerpos tarde o temprano se esfuman.
Me gustaría poder aceptar la realidad cuando te miro a los ojos, o al menos me gustaría poder oírte sin llorar. Nos miramos, nos reímos, nos desentendemos entre todos. Todos lo escuchan, nadie lo ve. Ni yo. Me niego a hacerlo. Me niego a imaginar una distancia mayor a cinco cuadras, un desayuno sin un llamado, un almuerzo sin el salero a mi derecha, básicamente me niego a pensar en otra posibilidad de vida.
Sos la columna vertebral de este conjunto de seres inertes de los que hoy si me siento parte, ya no me queda energía ni para pensar diferente. Ya me imagino en la universidad y ya siento lejanos los escenarios. Ya voy a madurar para complacerlos... Pero no por ahora. No mientras alguien pueda defenderme y darme refugio cuando cae la noche, no mientras la cerveza cubra una copa por la mitad, no mientras tenga con quien tomar mate a varios metros cuando el tema central es la política, no mientras tenga piernas en las que recostarme cuando pasan las 3.30... aunque tenga 17 años.
Voy a ser yo mientras vos estés conmigo, y después.. después no creo ser nada, pero no quiero ni pensarlo.

1 comment:
BUEN POST, Y LA IMAGEN MUY GRACIOSA =D SALUDOS
Post a Comment