Crisis económica.

Haciendo números, una vez más la felicidad se encuentra total y absolutamente fuera de alcance. Elijo el arte porque odio los números, odio sumar, restar, pensar. Odio las ciencias exactas y la exactitud que hay que tener para tomar las desiciones. Odio que lo que me gusta nunca esté a mi alcance, y que conformarme con lo que hay me resulte tan patéticamente imposible. No soy de repetir viejos errores, la experiencia me enseñó que lo que no aporta debe desaparecer, pero lo que realmente aporta NO APARECE...Y sabés que no me cabe el "Sin el pan y sin la torta". Yo lo quiero todo, no nací para conformaciones absurdas. No me gusta el PAN, ni soy TORTA.. y nadie entiende mis metáforas.

Creí haber nacido para morfarme la vida, para "bailar" el estúpido candombe de la economía y reirme de todos los que dependen de la plata para ser felices, pero ahora, haciendo mis numeritos, me vengo a dar cuenta que la vida y sus cochinas cuentas me está morfando a mi poquito a poco, y me baila riendose a carcajadas de lo que jamás podré bailar. FUCK!

Como se nota que hay cosas que aún no comprendo.. ayer era Dios, hoy es la economía, mañana será la vida en si... el punto es que cada vez voy detestando más cosas. Y así lo haré con todo lo que intente alejarme de lo que amo, que si vamos al caso hoy por hoy es prácticamente todo.

Pero fijate danza si te amo, que por vos agarré una calculadora! Esa que no tocaba desde que la vieja de matemática me deseo "Suerte en el festival" regalandome el seis para que baile tranquila, entendiendo así que mi cerebro jamás pasaría del número 8 y en vano era intentarlo: Para ella, y para tantos otros, soy un caso perdido. Nadie da un peso por mi... ni siquiera yo.