Carajo. Así tenia que empezar la nota, precisamente así. Esa fue la palabra que pronuncié a eso de las cuatro de la tarde cuando miré mi parte posterior en el espejo {Si, toda mi parte posterior, TODA}. Un día aparentemente feliz con amigos, con una idiota como yo puede transformarse en una absoluta tragedia. [Y si gente, la flaca va a cumplir veinte años y no va a vivir un verano sin ser víctima de una insolación.]
Definitivamente el sol no fue hecho para mi, o yo no fui hecha para el sol, e' igual. El punto es que ardo, de pies a cabeza, de derecho y de revés. Completamente. Ser tomatito esta bueno, un toque. Todo esta copado hasta que algo me quita el sueño. Sin dormir mi mal humor aumenta, y mi diccionario de puteadas se va ampliando a cada segundo. Ni hablemos de salir, evitemos que el mundo vea cosas de las que podría privarse. Así que dentro de los limites de mi casa, intento vivir sin matar a nadie. Vestirse es un dolor incomparable e ir al baño el peor de los desafíos. Realmente tristisimo.
De todas formas no me voy a explayar contanto las miserias de una estúpida no conciente de sus actos, porque creo ya haber escrito sobre este tema, en este mismo blog, como verán no aprendo más. Cabeza dura como pocas, pero feliz. Muy feliz. Que lindo es el verano! {Dije VERANO, sol no te sientas incluido.}
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