Sin ser amiga de las lágrimas, amo cuando la emoción me las regala. Amo cuando algo me acelera el corazón y me invita a aplaudir de pie. Es una sensacion maravillosa, igual o más linda que recibir los aplausos. Creanme que no me pasa muy seguido. Que la fuerza de lo que veo me llame a moverme, que la energía me atrape y se me dibuje una sonrisa, que el sentimiento transmitido me abra los ojos enormes para que pasen las lágrimas, eso me llena de felicidad. Me deja increíblemente tranquila el hecho de saber que hoy por hoy, habiendo tan pocas cosas que de verdad llamen mi atención, existe gente maravillosa que sin proponérselo me regala con su arte sensaciones únicas. Me siento más humana cuando alguien despierta en mi ese 'no se que' que me produce ganas de bajarlo del escenario y decirle 'gracias'. No confundir con el 'te felicito' de mi abuela a un completo desconocido, no. Lo mio es un GRACIAS, no es un reconocimiento, eso ya es comun en mi, es un agradecimiento. Gracias por dejarme verte y regalarme tu arte, gracias por compartir lo que haces y darle sentido a todo, gracias.
¡Que placer voy a sentir el día que pueda decirlo sin que me tilden de loca! -¿Será cuestión de hacerlo costumbre clase a clase?-
¡Y ni hablar el día que alguien me lo diga! Ahí voy a sentir de verdad que mi misión está cumplida, sueño con poder devolver aunque sea un poquito de lo que día a día recibo, involuntariamente, de quienes veo y escucho.
Mientras espero que los locos dominemos el planeta, me voy a seguir disfrutando de que un video me alegre el día, de que una clase me enseñe mas de lo planeado, de que una persona se haga amar con solo verla. Suena idiota, pero juro que no hay nada tan hermoso.
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