Martes a la noche.

Los amo. A éstos plásticos y a su maravilloso poder para aislarme de la voz de mi vieja que dice que si no tomo el antibiótico me va a agarrar fiebre reumática. 
Los amo a ellos y a la música que desprende del Nokia violeta, producto de una selección que me llevó horas. 
Amo lucirlos por la calle con orgullo de poner color al día nublado.
Amo llevar conmigo canciones de todas las épocas, idiomas y estilos.  
En días como hoy, quiero ser DJ mundial y elegir música de fondo que acompañe los movimientos de la gente, para alegrar las almas oscuras y hacer temblar los cuerpos inertes.
Me aburren todos, todos, todos.

M Ú S I C A X F A V O R !