Comer libremente?

Me estás jodiendo? Enserio crees que la danza y la comida pueden ir de la mano en algun momento? Pero por favor! La inconciente soy yo, ese es mi papel, yo soy protagonista de mi propio cuestión de peso.

A los nueve años ser una bola queda tierno, a los diecisiete queda estúpido. Debería estar feliz de que un vestuario me haga lucir las piernas.. pero no. Mi facilidad para evadir el problema me llevo a decir "No, no bailo". Que sería algo así como decir "la culpa es tuya", pero tampoco quería eso, es tiempo de asumir MI culpa. Y ahí le insinué de diversas maneras la realidad, mi realidad, esa que NO TENÍA QUE SABER, y vaya uno a saber porqué me surgio mencionar. Y no me entendió. En ningun momento entendió que mi miedo no era su vestuario sino mi cabeza. Era predecible, no iba a dejar las cosas como estaban. De elegir usarlo, TENÍA que usarlo bien. De verdad tenía que LUCIR las piernas, no ocultarlas. Y no estaba dispuesta a ningun tipo de dieta, emocionalmente necesitaba un apoyo que lamentablemente solo la comida supo darme. Entonces.. como se sigue? El espejo tortura, la imagen duele, es hiriente no ver lo que se espera. Es irónico creerte seductora arriba de los tacos, para luego mirar al frente y... y bueno, lo que sigue.

Fue fácil escapar, fue simple conformarse con la idea de que las puntas vengan acompañadas de algo un poco más alentador. Pero no. Tampoco. Definitivamente al escenario se sube a mostrar el cuerpo. Ah si, y bueno.. lo que sabemos hacer. Esto no estoy dispuesta a dejarlo, esto en serio me motiva. Ese vestido púrpura VA a quedarme bien. No importa como, pero no habrá forma de que el peso de mi cuerpo capte más atención que la posición de mis pies. A cualquier precio, prometo disfrutar lo que amo (y amo bailar más que comer).

Creo que esto fue suficiente para dejar en claro que no puedo seguir mintiéndome. No puedo seguir negando que SI me importan los ojos ajenos, que SI me gustaria mirarme sin asco, que SI deseo seguir bailando... y esto no puede darse mientras el mundo entero siga creyendo que el talento no puede encontrase oculto tras varias capas de grasa. Yo se que si, pero ellos no lo entienden. Y pretendiendo construir mi vida en un hámbito en que la imagen lo es (casi) todo, creo que es hora de obligarme a entender que no puedo cambiar el mundo. Es hora de adaptarme a la vacia sociedad.