Era de pura suerte que mi cuerpo se mantenía erguido, el cansancio de la semana no se fue con dos horas de sueño, faltaba más. Pero, claro, hay obligaciones (o placeres) que una suele darse los viernes a la noche. El uniforme del colegio a las ocho de la noche da un look bastante...sucio. Pero.. ¿que más da? Con quien iba a encontrarme en un colectivo...a quien podía conocer en apenas cuatro paradas?. Si, a vos. Pudiste ver como mi mente volaba y como mi cuerpo se movía más de lo que debería. Sonreíste. Notaste el auricular -o eso creo- y entendiste todo. Realmente estaba volando. Sonreí. Me gustó que lo notes. También notaste el esfuerzo que hacia por mantenerme parada, pero no, no quería sentarme. Igual... me gustó el gesto. Extraño caballero envuelto en un atuendo algo hiphopero, pero en onda para la ocasión. Te me quedaste mirando, sentía tus ojos posados en mi pecho. - Claro que no viste más que los golpes secos que acompañaban la música de la que no disfrutabas... no hay mucho mas para ver-. Yo 'bailaba', vos mirabas, y la señora se reía sin entender, pobre. Amagó a pedirme permiso para bajar, pero supuso que no la escucharía. Optó por hacerme un gesto que entendí, acompañado de una cara que no... pero no importa, nos hizo reír complices. Tambalee con un arranque brusco y te seguías tentando internamente con mi poco equilibrio. Ya tu observacion permanente comenzaba a molestarme. Estuve a segundos de escupir un arisco '¿que miras?' peroooo... -parada, parada!- Si, esa era la mía. Siempre inoportuno el momento de bajar.Tal vez entablando una conversacion lograras acabar con mi mal humor, de hecho me hubiera gustado y pude percibir que a vos también por la forma en que me 'saludaste'. Lo siento, pero como siempre, estaba llegando tarde. Será en otra oportunidad, quizás, cuando el 107 no tenga nada mejor que hacer que cruzar caminos de gente loca, que habla con miradas y se ríe de las viejas. Un placer.
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