I love it, i need it.

No es lo mismo estar metida en casa perdiendo la cabeza con temazos de Aerosmith y estirando con Miley Cyrus, mientras la perra me olfatea y todos pasan diciendo 'que pelotuda' (Pobres infelices, ojala sintieran un tercio de lo que yo siento, no sufririan tanto) que pasar horas encerrada en un cochino salon sin aire acondicionado, con el sol en los ojos, y el piso transpirado y maloliente, compartiendo sensaciones con otras personas cuyos cuerpos vibran al compás de la musica, apresiendo cada uno de sus movimientos y aprendiendo de ellos, contemplando la sabiduria y sintiendo interes por adquirir nuevos conocimientos. Dejando todo en cada segundo y transpirando talento. Ahi quiero ir. Ahi quiero estar. Esa me parece una razon suficiente para implorar al cielo que llegue el mes de marzo. Aunque la vuelta a la felicidad implique la vuelta al agujero negro (lease; colegio), puedo soportarlo. Todo lo que voy a putear a la mañana, lo voy a descargar a la tarde; es negocio. Me guste o no debo reconocerlo, eso es lo que me hace feliz. Y en definitiva... todo vale para alcanzar la felicidad, no?